Fuente: El Economista

 

La violencia criminal en México cuesta alrededor de 525 millones de pesos cada hora, traduciéndose en 4.6 billones de pesos en un año, lo que equivale al 18.3% del Producto Interno Bruto (PIB).

 

Estas cifras fueron arrojadas por el Instituto para la Economía y la Paz en referencia al año 2022. En tres estados del país, el costo de la violencia fue superior al 40% del PIB: Colima, Zacatecas y Morelos, mientras que en otras tres entidades, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, el costo fue entre 30 y 40% del PIB.

 

Y es que, incidentes violentos ocasionan costos en forma de daños a la propiedad, lesiones físicas y daños psicológicos, provocando también, cambios significativos en el comportamiento económico: alteración en los patrones de inversión y consumo. Las personas, empresas y los tres niveles de Gobierno canalizan recursos en medidas de protección, en vez de emplearlos en actividades productivas.

 

En consecuencia a lo anterior, el Instituto para la Economía y la Paz reconoce que puede haber un problema con el cálculo del impacto que tiene la delincuencia organizada, en delitos como la extorsión y el secuestro hay un subregistro. Sin embargo, no es el único caso en el que hay dificultades enormes para medir o calcular.

 

Expliquemos un poco cómo se desarrolla esta problemática: el gasto al que obliga la violencia empieza por ser irregular, hasta que se convierte en parte de una normalidad aberrante. El “carrito” de compras de la inseguridad incluye instalar cerraduras, candados, cámaras, rejas y alarmas. Puede incluir la compra de seguros, armas de fuego y contratación de servicios de seguridad privada. En los casos más extremos lleva al cambio de lugar de residencia o al cierre de un negocio.

 

Llevar una cuenta exacta es imposible. Pero: ¿Cuánto costó y cuesta el desplazamiento de 386,000 personas por violencia en México en 2022…? ¿Qué valor asignarles a los nueve asesinatos en la Central de Abastos de Toluca…? ¿Cómo medir el impacto del cierre de la Autopista del Sol, por parte de Los Ardillos…? ¿Quién se atrevería a poner una cifra en pesos para medir cada uno de los 83 asesinatos diarios que se registran en México en 2023…? ¿Cómo traducimos en super pesos todo el dolor y destrucción que dejan las 950 desapariciones mensuales que se reconocen oficialmente en 2023?

 

Ciertamente tenemos un problema, pero también tenemos un problema en la forma en que abordamos el problema. México es el país de la OCDE que menos gasta en la contención de los problemas de violencia e inseguridad. En México, el gasto en seguridad pública y procuración de justicia es apenas 0.6% del PIB. Lo podemos comparar con el 2.5% que gasta Costa Rica; 2.1% de Colombia. El 2.0% de Estados Unidos y el 1.7% de Suiza.

 

Intentar la medición de cuánto nos cuesta la violencia implica otra vez avanzar en la respuesta a otra pregunta más dolorosa, ¿Cómo seríamos sin tanta violencia? ¿Cuánto podríamos crecer? ¿Cuántos empleos podríamos generar? ¿Cuánto talento podríamos atraer? El trabajo que cada año entrega el Instituto para la Economía y la Paz no es un informe oficial, como los que hace el INEGI, pero es un trabajo de alta calidad, hecho con rigor científico por una organización de la sociedad civil. 

 

Definitivamente el drama que vivimos no se puede medir con pesos, dólares o PIB, ya que no sustituye otros esfuerzos con enfoque más humanista.